La Sociedad FCC en el Siglo XXI

Indudablemente las actividades deben acompasar a los tiempos y es así  que los vínculos con la comunidad le aportan a la SFCC su público y sus proveedores.

Sus miembros, como integrantes  de la sociedad civil y siguiendo, si, los mismos principios de los fundadores, proyectan sus actividades individuales en el conjunto de la vida ciudadana. Es así, que además  de pertenecer a la Institución, también lo son de otras instituciones como por ejemplo los Clubes de Leones o el Rotary Club, así como partícipes de Comisiones de Apoyo a Hospitales o Institutos de enseñanza, en todo nivel.

También participando en organismos articuladores de segundo grado como es, a vía de ejemplo  el Consejo Uruguayo de Bienestar Social (CUBS) donde convergen  instituciones civiles  con organismos del Estado en una sana y constructiva armonía.

Concordante con los principios primigenios  de la SFCC, se procura que el gran beneficiado, sea individual o plural,  sea el indigente y de buena conducta, sin distinción de religión, raza o tendencia política.

Pero para dar es necesario obtener. Para  obtener se necesitan recursos, que pueden ser en metálico o en especies.

La SFCC tiene sus puertas abiertas a aquellas personas de buena voluntad que de una u otra  forma  deseen brindar  su granito de arena para que un compatriota necesitado, tenga un mejor pasar.


¿Cómo colaborar?

Comunicándose con la SFCC en su sede en Montevideo, calle Magallanes 1529 o por el teléfono 2408 2624, en el sitio web y coordinando la entrega de las donaciones.


También en lo material, han sido y pueden ser herencias o legados de inmuebles, que a su vez se convertirán en base  de rentas, continuando de esa manera, el fluido de fondos, tan necesarios para cubrir nuevos  servicios.

En lo inmaterial nos gustaría poder atender esas necesidades intangibles  que tanto inciden en la vida del individuo y por ende en la salud colectiva de la sociedad.

La indigencia  también puede ser mental o intelectual o educativa. El quebrantamiento de la laicidad en particular en el sistema educativo también puede llevar a una indigencia intelectual. El espacio a actuar es enorme y la acción de la Sociedad Filantrópica también puede serlo.